En análisis: Mujercitas

Análisis de películas
Publicado: 26 Febrero 2020
Escrito por Jorge Rodríguez Patiño

¿Por qué Greta Gerwig merecía la nominación a mejor dirección?

Siempre he estado en contra de las nominaciones por cuota; incluir obligatoriamente un nombre solo porque el nominado representa a un grupo me parece un absurdo de la cultura de lo políticamente correcto.

Igualmente absurdo me parece cuando, en las nominaciones de los Oscar, se nomina las películas y no a quienes las dirigieron o viceversa. Tal fue el caso de Mujercitas (Little women, Estados Unidos, 2019) que estuvo nominada a Mejor película, pero su directora, Greta Gerwig, fue ignorada. Por supuesto, también lo estuvieron James Mangold, Taika Waititi, y Noah Baumbach.

Sin embargo, creo que Gerwig merecía realmente una nominación, no por cumplir una cuota sino porque su filme es verdaderamente sobresaliente. Su trabajo es, a mi parecer, mucho mejor que el de Scorsese en El irlandés. por lo que su nominación iba más allá de la inclusión. Era justa y necesaria. Ahora bien, si su película es merecedora del Oscar o no, es ya cuestión de gustos. Al fin y al cabo, los premios son siempre una cuestión arbitraria.

Lo que es innegable es que Mujercitas tiene solidez desde los primeros minutos. A diferencia de otros filmes de ensambles femeninos como El escándalo, Greta Gerwig, logra aprovechar los talentos con los que cuenta y sacar lo mejor de ellos. Sin exagerar, no han pasado ni diez minutos en pantalla y ya todas las actrices han tenido un momento de lucimiento.

Mujercitas escena en la ventana

Además, está ese travelling que se antoja como un guiño que hace la directora a una de las escenas más emblemáticas de Frances Ha —el filme que lanzó a la fama a Gerwig— y que es, a su vez, un homenaje a Mala sangre (Mauvais Sang, Francia, 1986) de Leos Carax.

Un trabajo tan estupendo solo se logra cuando verdaderamente hay un buen director a cargo. Gerwig es, además, atenta al detalle: así tenemos los dedos manchados de tinta de Jo (Saoirse Ronan); la presión de no sentirse a la altura de Amy (Florence Pugh), comparando su cuadro con el de otro compañero; la forma en que Meg (Emma Watson) se frota las manos, luego de haber ordenado un vestido que no puede costear, para luego desplomarse en el marco de la puerta en una posición que nos remite a la fotografía de la madre migrante de Dorothea Lange; la mirada inquisidora de Tía March (Meryl Streep) al descubrir que Amy está enamorada de Laurie (Timothée Chalamet), y un largo etcétera.

Esta atención al detalle está presente a lo largo del filme y proporciona dimensión a los personajes y al argumento. Gerwig sabe muy bien cuando cerrar el plano para subrayar algún aspecto significativo y cuando abrirlo para mostrarnos los maravillosos decorados, cortesía de Claire Kaufman.  

Del mismo modo, combina de forma magistral los recursos narrativos y metafóricos. Por ejemplo, en la primera secuencia donde se nos presenta a Laurie. Él va caminando por el parque y Amy logra verlo desde su carruaje. De pronto, aparecen dos niñas correteando atrás de él. El hecho de que las pequeñas están perfectamente encuadradas llama la atención; es imposible no verlas. Acaso las niñas representan el amor infantil que Amy ha sentido toda la vida por Laurie o una metáfora de su corazón acelerándose por él. O quizás deba leerse de forma más literal: dos niñas corriendo detrás del mismo chico, al igual que Amy y Jo.

Lo cierto es que es un detalle notable y el filme está colmado de todos ellos; en ocasiones, son sutiles, otras veces resultan demasiado evidentes. Gerwig aprovecha al máximo este tipo de recursos para decir mucho en una sola secuencia, logrando exprimir al máximo el contenido del libro.

Escena de Mujercitas 2019

Además, cuenta con un gran talento. Florence Pugh y Saoirse Ronan, como ya es costumbre, extraordinarias. Lo mismo ocurre con Eliza Scanlen, quien ya desde Sharp Objects prometía mucho. Timothée Chalamet, carismático y estupendo. Meryl Streep, genial. Y si querían darle una nominación a Laura Dern, creo que esta era la adecuada y no Historia de un matrimonio. En fin, que le terminaron dando el premio, muy  merecido por su gran carrera.

El vestuario de Jacqueline Durran destaca por lo minucioso, mientras que la fotografía de Yorick Le Saux es bastante oportuna para destacar aquello que a Gerwig le interesa: un detalle, una acción, un gesto… Por su parte, el sonido es interesante, porque no solo genera la atmósfera sino que contribuye a acentuar la emoción. Destaca la forma en la que se intercalan secuencias con una saturación de sonido —generalmente atiborrado por las voces de las mujercitas hablando todas al mismo tiempo— con aquellas donde el silencio es profundo y se prioriza el diálogo.

Así mismo, a lo largo del filme, queda claro el compromiso que tiene la directora con sus personajes. Cada encuadre enfatiza el amor que siente por ellos. Gerwig trata de hacerle justicia a la obra y en mi opinión lo hace bastante bien. Uno de los aspectos más relevantes, a mi parecer, es la forma en que aborda el personaje de Amy, quien es usualmente vista como la hermana caprichosa que antagoniza con Jo. El sacrificio es un tema importante en la obra de Louisa May Alcott, de ahí que Amy, la más privilegiada de las cuatro, resulte ser una de los personajes menos estimado.

No obstante, Gerwig va más allá de las nociones de bueno y malo, y nos muestra a todos sus personajes desde sus distintas aristas. Si bien, tuerce un poco la narrativa de la novela, se mantiene fiel a la historia.

Otro aspecto relevante es que el filme nos habla tanto de la novela como de su autora. En efecto, al hablar de Jo, de alguna forma la directora nos habla también de Louisa May Alcott y de su vida. De ahí que resulte tan significativo que el clímax de la historia se centre más en la publicación del libro que Jo escribe que en su romance con Friedrich Bhaer (Louis Garrel).

Mujercitas 2019 Jo

Con base en todo lo anterior, resulta una verdadera lástima que Greta Gerwig no haya recibido una nominación tan merecida. No obstante, esto solo refleja lo poco que sabe la Academia en cuestiones puramente cinematográficas. El hecho de que hace algunos años hayan discutido sobre quitar las nominaciones de Edición y Dirección de fotografía es una muestra de ello.

Ahora bien, no debemos confundir cuestiones técnicas con lenguaje; son dos aspectos completamente distintos. La película de Mujercitas es una película con una técnica impecable, pero igualmente lo es una película de Michael Bay como Transformers. La diferencia radica en que la director de la primera sabe emplear el lenguaje cinematográfico para narrar historias, mientras que el segundo solo se basa en la narración prosaica, por lo que el sonido, la fotografía, los efectos especiales y demás solo están ahí para servir a la narración.

En el caso de Mujercitas los recursos técnicos se emplean para significar, van más allá de la mera descripción de acciones. Hay una intención en cada decisión técnica que lo mismo nos pone a pensar que nos emociona. Eso, precisamente, es lo que distingue a los grandes directores y Greta Gerwig pertenece a ese grupo.

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